ISRAEL no tiene derecho a existir
21D-31D es Huelga Mundial de
Consumismo e Ideologismos
[¡¡¡ BOICOT A ISRAEL !!!]
El
4 de agosto del 2014, en plena masacre de palestinos, la analista
política Sharmine Narwani publicó en Le Gran Soir un artículo que más
allá de la recurrente masacre en Gaza resume el motor histórico de esta
injusticia sin fin: un estado colonial y racista que no debería
existir. Esta perspectiva rompe con los paradigmas mediáticos vigentes
según los cuales es posible criticar los crímenes de Israel si no se
cuestiona su legitimidad como país normal en el concierto internacional.
A veces, ciertos textos actúan como parteaguas. Rompen con la carga de
terror que impide llamar a las cosas por su nombre. Este es un buen
ejemplo de ello.
La expresión «derecho a existir» entró
en mi conciencia en los años 1990, así como el concepto de una solución
de los dos Estados entró en el vocabulario colectivo. En cada debate en
la universidad, cuando un sionista se quedaba sin argumentos invocaban
estas tres palabras mágicas para interrumpir la conversación con un
indignado «¿estáis diciendo que Israel no tiene derecho a existir?».
Está claro, no puedes cuestionar el derecho de Israel a existir -sería
como negar el derecho fundamental de los judíos a tener… derechos, y
toda la culpabilidad del Holocausto será lanzada contra ti.
Salvo que yo no tengo nada que ver con el Holocausto -y los palestinos
tampoco. El programa europeo de metódica limpieza étnica contra su
población judía fue empleado, de manera totalmente cínica y oportunista,
para justificar la limpieza étnica de la nación árabe palestina, asunto
que me deja del todo indiferente. Ya estoy demasiado cansada de
levantar los ojos al cielo cada vez que oigo en la misma frase las
palabras Holocausto e Israel.
Lo que me trastorna en esta era posterior a la «solución de dos Estados», es la audacia misma de la existencia de Israel.
Qué idea tan fantástica, esta noción que un grupo de extranjeros de
otro continente pueda apropiarse de una nación existente y habitada y
convencer a la «comunidad internacional» que esto es justamente lo que
debía hacerse. Podría reírme de tanto descaro si no fuera algo tan
grave.
Más grave es la limpieza étnica masiva de la población
palestina indígena llevada a cabo por los judíos perseguidos, apenas
repuestos de su propia experiencia de limpieza étnica.